Desde que pusimos en marcha el Programa MAIC, nos dimos cuenta de que, no siempre, las nuevas metodologías cabían en el aula actual. En ocasiones tuvimos que acostumbrarnos y conformarnos con aprovechar el espacio tradicional, las pesadas mesas de trabajo, la pizarra inmóvil y la pésima acústica.
Sin embargo, vimos que se podían hacer otras cosas saliendo de las cuatro paredes y no solo saliendo al laboratorio, al aula de EPV o taller de tecnología o al gimnasio. Vimos que otros espacios del centro podían tener su potencial: los pasillos, la biblioteca con un mobiliario mucho más versátil, la radio, un espacio específico para grabar sacado de una antigua cafetería o el propio patio del recreo.
¿Qué pasaría si dispusiésemos de todos esos espacios en un mismo aula y sin que el profesor perdiera el control de unos alumnos que salen a grabar, otros que están investigando y otros que están leyendo. El ejemplo del Aula del Futuro de Bruselas o el del INTEF de Madrid nos pueden servir de guía para unificar dichos espacios y ver el potencial que tiene y la adaptación a nuestro Programa MAIC.
Aquello que nuestro alumnado está aprendiendo escapa de las fronteras del aula mediante un solo clic en un ordenador, las posibilidades de aprendizaje se han multiplicado y creemos que no puede seguir siendo válido un modelo idéntico al del siglo pasado, muy útil para otra sociedad y otra metodología.
Podemos afirmar, que nuestro centro ya tiene elementos del Aula del Futuro. Cierto es que los tenemos dispersos por el centro. ¿Podemos crear un espacio unificado? ¿Va a sernos de utilidad este espacio para nuestra manera de hacer las cosas?
A lo largo de este curso, vamos a probar cómo puede adaptarse este espacio concebido para la metodología activa a nuestro Programa MAIC.